martes, 9 de septiembre de 2008

Entrevista con Willy Quiroga

Tenía ciertas dudas sobre la idiosincrasia del rock. Si es que el modo de pensar fue solo estrategia de marketing para el mercado de la música, o realmente existieron esos ideales a seguir, el hecho de poder pelear por algo a través de la música, quizá más precisamente a través del rock. Porque tenía la idea que el rock había sido la respuesta a una pregunta que nadie había hecho, porque tenía una mera esperanza de sentirme rockero y quizá… no estaba tan equivocado. Por eso fui a preguntarle a uno de los creadores del rock en castellano, al bajista y líder de Vox Dei, una de las bandas fundacionales del rock nacional y la única que sigue en pie, después de más de 40 años.

Cuando vi llegar a Willy Quiroga caminado por la calle Rivadavia, en una tarde soleada, el venía con su acostumbrada gorra, unos anteojos que no se los sacó durante toda la entrevista y una campera de cuero negra, que hubiese sido la delicia de todo metalero “argento”. Y como no quería andarle con rodeos le pregunté directamente:

-- Willy, ¿Qué es el rock para vos?

-- En síntesis, el rock es una forma de vida, una forma de pensar, es una filosofía, es una forma de estar parado frente a la vida y con respecto a los demás.

Esa respuesta concreta y directa fue lo que mi cabeza necesitaba para aclarar mis pensamientos y me quedé con Willy hablando durante más de una hora sobre el rock y todas sus ramificaciones, que no son pocas.

Resulta difícil pensar para los que no vivimos durante los 60, como fue que los primeros rockeros nacieron en Argentina, sin embargo para alguien que lo vivió, es una cosa natural:

-- Yo empecé a vivir para el rock, a partir de mis 20 o 21 años. Anteriormente yo vivía para la música, empecé cantando folklore e inclusive tuve un grupo. Pero la parte de rock vino cuando aparecen los Beatles en el año ’62, y ahí yo dije “yo quiero hacer lo que hacen estos tipos”. Fue en esa época cuando empecé a pensar como rockero, sintiéndome diferente a todo lo que estaba establecido, pero sin tomar distancia con la demás música. Y en el año 67 me vienen a buscar, los que después serían mis compañeros de Vox Dei. Ahí nos dimos cuenta que la cosa iba en serio, nos pusimos a pensar mucho sobre las letras y lo que queríamos hacer, y realmente se llevó a cabo lo que uno quería, ser diferentes. Se intentaba formar otra vertiente de la música.

La efervescencia de los ‘70 se notaba en él, cuando hablaba, en su forma de expresarse, se notaba la necesidad alguna vez sentida de poder decir lo que cada uno quiere y de la forma que quiere. Realmente se sentían diferentes al resto de la sociedad, y eso que en la actualidad puede ser sinónimo de desaprobación, en ese momento era lo que unía a un grupo de personas (no solo músicos) en pos de sus ideales.

--Había una movida y éramos todos diferentes, no solo Vox Dei. Estábamos nosotros en Quilmes pero había otras bandas que estaban en el oeste, en el centro o en Palermo, como los Almendra o Manal. Y sin habernos sentado previamente a charlar sobre el movimiento que íbamos a organizar, se generó algo como resultado de una inquietud que estaba en la cabeza de muchos músicos, y no solo de músicos, estaba en la cabeza también de los escritores, de cineastas, y de mucha gente que iba peleando hacia el mismo lado. Y finalmente se consiguió armar una cosa diferente. Existía un intangible, que no se bien qué es, pero nos guiaba a todos al mismo lugar.

Durante la entrevista Willy dijo una frase que encierra todo cuanto pasó con el rock, el porqué de esta desaparición de los ideales, y de la ventaja que sacó el negocio de la música con respecto al rock.

-- Todo lo que el hombre toca lo corrompe. En aquella época se tocaba por subir al escenario, se tocaba por conseguir eso que queríamos, por conseguir la aprobación de la gente, el aplauso. Hoy en día las cosas han cambiado, hoy los chicos se compran una guitarra y ya están pensando en la ropa que van a usar, en el flog, en esto, en lo otro. Y nosotros no teníamos blog, no teníamos nada, ni fotos teníamos (risas). Yo pienso que evidentemente las cosas han cambiado, y se ve en que en aquellos tiempos la cosa era ser particular, y ahora pareciera que es mimetizarse con el montón. Antes cada grupo tenía una forma muy particular de expresión. Te puedo nombrar todas las bandas de aquella época y se ve que ninguna se parecía a la otra: empieza con los Gatos, Almendra, Manal, Vox Dei, que esas fueron para mí las cuatro bandas fundacionales. Después estaban los solistas, estaba Pappo, Moris. Después aparece Arcoiris, Alma y vida, Sui Generis, Aquelarre como desprendimiento de las otras bandas y después Pescado rabioso, como desprendimiento de Almendra; Color Humano, y ninguna se parece a otra. Hoy en día vos me nombras tres bandas y yo no se cual es cual. Porque yo no se si los chicos se quieren mimetizar y parecerse a, cuando en realidad la idea era no parecerse a nadie, tener una forma muy particular de expresarse

1 comentario:

Hermes Javier Molaro dijo...

Maestro te mandaste "La entrevista". Muy buena